Jerónimo de Aguilar se enteró de lo que pasó con Cortés y se puso muy contento, después decidió ir con los mensajeros a encontrarse con él a Cozumel por lo que con el rescate que le había sobrado se hizo de una canoa e indios para remar.
Unos españoles que estaban en Cozumel le dijeron a Cortés que veían a lo lejos una canoa que se acercaba; Cortés mandó a investigar quienes eran y solo vieron a 7 indios pues después de tantos años Aguilar parecía uno.
Cuando llegó a tierra y lo escucharon hablar español, le avisaron a Cortés y se alegraron de saber que había llegado.
Cuando Cortés vio venir a los indios de la canoa con los españoles a los que había mandado investigar preguntó que qué había pasado con el español, pues no lo reconoció porque iba vestido como uno de ellos e inmediatamente mandó vestirlo.
Jerónimo de Aguilar y Hernando Cortés
Contó que se llamaba Jerónimo de Aguilar y que hacía 8 años (1511) se había perdido con otros 15 hombres y 2 mujeres, ellos tenían intención de ir a Cuba pero que el mar los arrojó a estas tierras en donde los caciques los repartieron y que muchos de ellos habían sido sacrificados a sus ídolos, las mujeres murieron también al poco tiempo. Dijo también que a él también lo iban a sacrificar pero huyo y fue a dar con el cacique que permaneció todo ese tiempo, que los únicos que quedaron eran él y Gonzalo Guerrero al que fue a avisar de su rescate pero que no había querido ir; cuando Cortés le pregunto por Guerrero le dijo que se había casado y tenía sus orejas horadadas y el labio, que los indios lo tienen por esforzados y que cuando hacía tres años que había llegado a punta catoche un español (la primera expedición que hizo Francisco Hernández de Córdoba) Guerrero fue el inventor de que les diesen guerra a los españoles.
Después de esto y arreglado el barco se embarcaron rumbo al rio Grijalva.
El 4 de marzo de 1519 salieron de nuevo de Cozumel con mal tiempo, un barco se perdió, regresaron a buscarlo y estaba en un lugar al que llamaron punta mujeres.
Luego llegaron a Boca de Términos siguiendo su camino a Champotón donde quería bajar Cortés para darles mano por lo de las dos expediciones anteriores pero Antón de Alaminos no se lo recomendó porque decía que iba a haber mal tiempo y que no iban a poder salir en ocho días por lo cual no bajaron y se siguieron a Tabasco para llegar al rio de Grijalva. El 12 de marzo de 1519 llegaron al rio Grijalva (que los indios conocían como rio Tabasco).
Tabscoob
Cuando llegaron al rio Grijalva y entraron a él con las embarcaciones pequeñas ya los estaban esperando indios guerreros a las orillas.
Cortés a través de Aguilar les dijo a unos señores que parecían principales que ellos no iban a hacerles mal, que por qué estaban tan puestos en armas, y dice Bernal que entre más les decía eso más se enojaban y le decían que no entraran a sus tierras porque tenían muchas armas y forma de defenderse y que si intentaban meterse a sus pueblos que los matarían. Aguilar les dijo que los dejaran tomar agua y comida y los indios seguían respondiendo que los matarían si intentaban pasar.
Como Cortés vio que se resistían ese día se dedicó a estudiar la forma en que podían atacarlos por lo que al otro día mandó a Alonso Dávila que se fuera con 100 soldados por un caminillo que descubrieron a su pueblo y que cuando escucharan disparos por una y por otra parte atacarían al pueblo.
Cortés empezó a avanzar por el rio entonces los indios se percataron de esto y más advertían que no pasaran, cuenta que los dos lados del rio estaban rodeados de indios de guerra. Cuando vio esto Cortés dijo que no dispararan, quería que quedara asentado de nuevo ante un escribano que iba a hacer un nuevo intento para evitar la guerra “… que si por defendernos algunas muertes hubiese, u otros cualquier daños, fuesen a su culpa y cargo y no a la nuestra.” Entonces los indios empezaron a flechar y de esta forma se bajaron los españoles y empezaron a pelear muy “valientemente”; llegó Alonso Dávila por tierra y empezaron a atacar, cosa que no esperaban los indios y fueron huyendo pero seguían lanzando flechas y varas y nunca dieron la espalda hasta que llegaron a un lugar en donde tenían sus adoratorios. Cortés decidió no seguirlos pues sabía que era probable que no los alcanzarían y esas tierras donde estaban sus adoratorios las tomaron en nombre del rey y fue escrito por el escribano que los acompañaba.
Cortés mandó a Pedro de Alvarado y a Francisco de Lugo a ver la tierra por lugares diferentes, cada uno era acompañado por cien soldados; mandó que Pedro de Alvarado llevara a la lengua Melchorejo con él pero se percataron de que había huido.
Por el camino que fue Francisco de Lugo se encontró a muchos indios y empezaron a atacarlo a pesar de ir con ballesteros, como iba perdiendo mandó por ayuda a donde se había quedado Cortés. Mientras tanto Pedro de Alvarado tuvo que desviarse del camino y por lo tanto se acercó por el camino en donde se encontraba Francisco de Lugo, al escuchar la batalla se acercó para ayudar, y aunque con su llegada ayudó mucho seguían sin ganar y fueron retrayéndose hasta llegar al real donde se encontraba Cortés.
En esta batalla prendieron a algunos indios y Aguilar les preguntaba que por qué los atacaban, que si los seguían enfrentando los iban a matar y lo que contestaron los indios es que el indio Melchorejo había ido a ver a los principales de estas tierras y les dijo que atacaran a los españoles, que les podían ganar, que día y noche los enfrentaran y también los indios dijeron que los señores principales los atacarían de nuevo.
Cuando Cortés escuchó que los atacarían de nuevo mandó bajar todos los caballos para estar preparado. Cuando estuvieron listos se adelantaron y fueron al lugar en donde había sido atacado Francisco de Lugo (Zintla) que era una tierra sujeta a Tabscoob, en el camino a Zintla se encontraron con los indios guerreros.
Cortés decidió que iría a Zintla a caballo con otros jinetes pero que tomarían otro camino para llegar por detrás de los indios. En el primer ataque cuenta Bernal que los indios “tiran tanta flecha y vara y piedra que en la primera arremetida hirieron a más de 7 de los nuestros…”. Ya más avanzada la batalla cuenta que iban parejos cuando en eso llega por detrás Cortés con todos los jinetes y todos los indios estaban tan metidos en la batalla que no se percataron de esto hasta que empezaron a atacarlos “y aquí creyeron los indios que el caballo y el caballero eran todo uno, como jamás habían visto caballos. Iban aquellas sabanas y campos llenos de ellos, y se acogieron a unos espesos montes que allí había.”
Dieron gracias a Dios por aquella victoria y por esta razón nombraron al lugar como Villa Santa María Victoria y Bernal cuenta que “esta fue la primer guerra que tuvimos en compañía de Cortés en la Nueva España”.