jueves, 5 de enero de 2012

HISTORIA VERDADERA DE LA CONQUISTA DE LA NUEVA ESPAÑA Parte 17


Cuenta Bernal que los caciques de Tlaxcala se reunieron después de las batallas perdidas y se pusieron a dialogar sobre los mensajeros que enviaba Cortés con la intención de hacer las paces. Xicotenga el viejo, el principal de ellos y padre de Xicotenga el mozo dijo que a pesar de haber perdido el pueblo de Tlaxcala contra los españoles, ellos seguían mandando mensajeros para hacer las paces y sobre todo que a los que tomaban presos no los herían sino los dejaban en libertad, además que los indios de Cempoal les habían  dicho que Cortés y sus hombres no eran amigos de Montezuma, al contrario pues ellos tenían la intención de ir a hablar con los mexicanos y detener la dominación territorial que tenía; propuso entonces hacer las paces con ellos y fueran teules ó no los ayudarían en batalla contra los mexicanos.
Cuando Xicotenga el mozo se enteró de que su padre y los demás principales querían mandar este mensaje a Cortés se enojó tanto que dijo que él los atacaría de nuevo. Xicotenga el viejo con temor de que su hijo atacara de nuevo a Cortés mandó a todos sus guerreros que no lo siguieran en esta batalla.



Mientras esto pasaba con los tlaxcaltecas, Cortés decidió ir a un pueblo cercano llamado Zumpancingo pues no tenían comida en el lugar en donde estaban, así que preparó a los caballos y a los soldados más sanos y avanzó. Cuando en Zumpancingo  sintieron a Cortés y a sus soldados próximos a su territorio huyeron pues pensaron que los matarían; al darse cuenta los soldados españoles esperaron a que se fueran del pueblo y posteriormente entraron por alimento pues su intención no era matarlos ni herirlos.
Cuando los principales de estas tierras se percataron de que pudieron haberlos matado pero no lo hicieron, fueron a ver a Cortés para agradecérselo y para decirles que si no habían ido para hacer las paces con ellos es porque Xicotenga se los tenía prohibido pues era gran señor de Tlaxcala.
Dieron de comer a Cortés y a sus soldados, al igual que mandaron a los otros que se habían quedado en el real heridos. Cortés les dijo que lo que él buscaba era ser amigo de ellos pues aun no había tenido noticias de los principales de esos pueblos, así que los papas y principales de Zumpancingo fueron a ver a Xicotenga y los otros principales para darles el mensaje de Cortés.
Cuando regresaron al real con los soldados heridos, uno de ellos a nombre de los españoles que habían dejado en Cuba tierras e indios y amigos de Velázquez dijo a Cortés que sería bueno regresaran a la Villa Rica pues a pesar de que Dios los había acompañado y dado fortaleza para las batallas, él y los otros no creían que era bueno seguir adelante pues se encontraban en peor estado que animales de carga; querían regresar a la Villa Rica para poder construir un navío para que fuera a Cuba y pedir ayuda.



Lo que Cortés respondió a ese soldado (que dice Bernal que no menciona su nombre por orgullo de la persona) es que es verdad todo lo que le dice, que bien tiene entendido el frio, hambre y cansancio que pasan, pero que debería tomar en cuenta también que Cortés no los manda y se queda esperando noticias de ellos sino que es el primero que sale a la batalla y que bien sabido tiene que todo era por ayuda de Dios y en nombre del emperador Carlos.
Les dijo también que ya no podían dar vuelta atrás pues los pueblos que se habían hecho amigos de ellos, se volverían de nuevo enemigos al ver que no van a México como lo habían dicho para hablar con Montezuma, y que creyendo que son dioses si los vieran volver hasta las piedras se levantarían contra ellos pues los creerían cobardes y sin fuerza. Les habló sobre quitarse de la cabeza la idea de Cuba, que lo que les quedaba era seguir siendo buenos soldados para poder seguir avanzando y llegar a donde tengan que llegar con la ayuda de Dios en nombre del emperador don Carlos.


Finalizaron la plática con estos soldados inconformes pero obedecieron pues al final de cuentas quien estaba a cargado era Cortés y no podían desobedecerle más que maldecirle pues si había debilidad entre ellos era probable que los mataran fácilmente.
Cortés sabía esto por eso les dijo que como decían las canciones era mejor morir por bueno que morir deshonrados.

lunes, 2 de enero de 2012

Orden de los Hermanos Menores Capuchinos

Orden de los Hermanos Menores Capuchinos (Ordo Fratum Minorum Cappuccinorum, abreviado OFMCap) más conocidos como los capuchinos. Son una reforma de los Franciscanos de la observancia (OFM) y pertenecen a la Primera Orden de San Francisco. Esta es la única división de los observantes que ha podido permanecer independiente hasta el día de hoy.
Fue iniciada en 1528, por Fray Mateo de Bascio y por los hermanos Ludovico di Fossombrone y Rafaele di Fossombrone, en compañía de otros franciscanos.
Como las otras ramas, por lo general los capuchinos se dedican al cuidado pastoral de parroquias. Sin embargo aprecian la vida contemplativa y el estudio.
Los capuchinos son la rama heredera de los espirituales de los primeros tiempos.[cita requerida] Usan un hábito marrón con una cuerda (como los franciscanos observantes), pero la diferencia principal con los otros dos grupos es que lleven una capucha unida a la túnica (de acuerdo a la forma del hábito original que usaba San Francisco) y es más larga comparada con la de las otras ramas.



Recibida la bula papal, otros frailes de la Observancia se unieron a ellos, tales como Juan de Fano, Bernardino de Asti y Bernardino de Ochino. En 1536, los "Hermanos o frailes menores de la vida eremítica", que así se llamaban entonces, ya eran 500 y, sorprendentemente, 3.300 en 1571. Ni la obstinada oposición de la familia de origen, ni la clamorosa defección de su vicario general Bernardino Ochino, que se pasó a la herejía protestante, impidieron que la nueva reforma siguiera creciendo a la sombra de los Frailes Menores Conventuales, a cuya jurisdicción se acogieron antes de conseguir de Pablo V.
Por su apostolado caritativo y social, los frailes Capuchinos han sido siempre bien acogidos por el pueblo, como bien refleja el escritor italiano Alejandro Manzoni, que en su célebre novela "Los novios" alabó admirablemente su capacidad de penetrar en el corazón de las clases más humildes. Por su afabilidad y disponibilidad y por el modo de trabajar y de vivir son conocidos también como "frailes del pueblo".
Presencia y actividad hoy en el mundo
Hoy los Capuchinos desarrollan también una intensa labor científica y cultural a través del colegio Internacional San Lorenzo de Bríndisi, que es como su ciudadela de los estudios superiores y universitarios. En su nueva sede se encuentra también ahora el Instituto Histórico de la Orden, que edita los "Monumenta Historica" la "Bibliotheca Seeraphica-Capucina", la "Colectanea Bibliographica Franciscana" y otras obras de excelente calidad científica. En el mismo complejo se ha instalado también la rica biblioteca central de la Orden y un museo franciscano único en su género, con más de 20.000 piezas (pinturas, esculturas, cerámicas, monedas, medallas, sellos, grabados, etc.) que dan testimonio de la multisecular historia franciscana en todos sus aspectos.



miércoles, 28 de diciembre de 2011

HISTORIA VERDADERA DE LA CONQUISTA DE LA NUEVA ESPAÑA Parte 16


Bernal cuenta que después de su primer gran batalla con los tlaxcaltecas, los jinetes que Cortés había mandado a revisar el terreno regresaron con prisioneros que se encontraron en el camino; A través de doña Marina y de Jerónimo de Aguilar les dijeron que fueran a hablar a sus señores principales para decirles que no querían dañarlos, al contrario pues su intención era llegar a Tenochtitlán para hablar con Montezuma. Así se hizo y los mensajeros regresaron poco tiempo después para decirle que Xicotenga decía que harían las paces con sus corazones y sangre sacrificados a sus dioses y que tenía un ejército aún más grande que con el cual lo habían atacado días anteriores.
El ejército del que hablaba Xicotenga era integrado por grandes señores principales como son Maxixcatzin, Chichimecatecuhtli, Tecpanecatl[1]; sumando los guerreros de cada principal reunían un ejército de 50 000 hombres.



El 5 de Septiembre de 1519 se enfrentaron españoles y tlaxcaltecas; Bernal cuenta que cuando se alistaron y comenzaron a caminar hacia el lugar donde se encontraban los tlaxcaltecas pudieron ver a lo lejos a miles de hombres vestidos con sus penachos y dando muchos gritos.
Por la experiencia de la batalla pasada sabían que no se tenían que separar pues eran menos y estaban algunos todavía heridos por lo tanto los jinetes tuvieron un papel muy importante en esta batalla pues avisaban cuando se acercaban los tlaxcaltecas y el lugar por el cual lo hacían.
En esta batalla según se enteraron después Cortés y sus hombres, los señores principales tenían sus diferencias por eso los guerreros tlaxcaltecas no se pusieron de acuerdo para atacar y la forma de hacerlo, por lo tanto esto benefició a que fueran muertos y heridos muchos; ya no peleaban con ánimo cuenta Bernal y se retiraban. Cortés y sus soldados se alegraron mucho cuando vieron el daño que les estaban causando y por lo tanto se retiraban.



Después de esta batalla, los tlaxcaltecas estaban muy abatidos por la muerte de sus hijos y sus guerreros, así que decidieron reunir a sus papas (hechiceros) para que les dijeran si era verdad lo que decían los indios de Cempoal (que los españoles eran como demonios y comían corazones y sangre); después de platicar los papas dijeron a los principales tlaxcaltecas que no era cierto, que Cortés y sus soldados eran hombres de carne y hueso, que comían carne, gallina y pan, solo que se equivocaron al decir que las fuerzas las tenían de día, por lo tanto si eran atacados de noche no podrían defenderse.
Cuando Xicotenga se enteró de esto se alegró y se apresuró a reunir a su ejército para poder atacar lo antes posible de noche y así lo hizo.
Por otro lado Bernal cuenta que por el frio que ellos pasaban tenían que dormir vestidos y con su armadura pues no estaban preparados para ese clima, al contrario ya habían enfermado muchos, incluso el mismo Cortés. El hecho de haber estado vestidos durante la noche les ayudó a poder defenderse del ataque nocturno de Xicotenga pues por muy silenciosos que quisieron ser no lo lograron y ya los esperaban para defenderse.
A pesar de que esta fue otra victoria para los españoles, se preguntaban si iban a poder seguir así pues tenían muchos heridos y enfermos, incluso los caballos ya no estaban bien para más batallas por lo tanto su opción era seguir insistiendo en mensajeros para lograr la paz entre ellos y los tlaxcaltecas. Incluso ya dudaban de si podrían llegar a ver a Montezuma.
Xicotenga al ser derrotado también de noche se molestó tanto que cuenta Bernal que sacrificó a dos de los papas que le habían dicho que el sol le daba poderes a Cortés y a sus soldados.



Bernal habla sobre el gran papel que hizo doña Marina en esta parte del viaje; comenta que tenía un esfuerzo muy varonil y nunca vieron flaqueza en ella.


[1] Cuando Hernán Cortés solicitó a los tlaxcaltecas permiso para pasar por su territorio rumbo a Tenochtitlan, mediante la embajada de cuatro principales zempoaltecas, la mayor oposición a dejarlos pasar provino de Xicohténcatl Axayacatzin y Xicohténcatl el viejo, argumentando en el Senado que el vaticinio de la llegada de los hombres blancos y barbados podía ser un engaño y que esos caminantes del oriente, tal vez no fueran los que esperaban como lo predecía la famosa profecía del regreso de Quetzalcóatl y la profecía del Dios Camaxtli. Este discurso, contrario a la opinión de Maxixcatzin, señor de Ocotelulco, decidió los enfrentamientos con los españoles, los cuales le serían adversos a la República.

martes, 27 de diciembre de 2011

ORDEN DE CARMELITAS DESCALZOS



La Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo (también llamada Orden de los Carmelitas) es una orden religiosa que surgió alrededor del Siglo XII, cuando San Bartolo del Monte Carmelo y un grupo de ermitaños, inspirados en el profeta Elías, se retiraron a vivir en el Monte Carmelo, considerado el jardín de Palestina ("Karmel" significa "jardín").
Del profeta Elías han heredado la pasión ardiente por el Dios vivo y verdadero[cita requerida], lo que se ve reflejado en el lema de su escudo: ZELO ZELATUS SUM PRO DOMINO DEO EXERCITUUM (Me consume el celo por el Señor, Dios de los Ejércitos, 1Reyes 19:14.
En medio de las celdas construyeron una iglesia, que dedicaron a su patrona, la Virgen María, a quien veneran como Nuestra Señora del Carmen. Tomaron así el nombre de "Hermanos de Santa María del Monte Carmelo" (en latín Ordo fratrum Beatissimæ Virginis Mariæ de Monte Carmelo).

El Escapulario

Según la tradición, el domingo 16 de julio de 1251, la Virgen María se apareció en Cambridge, Inglaterra, a San Simón Stock, a quien entregó el Escapulario del Carmen.

ORIGEN DE LA ORDEN Y SU DESARROLLO
HASTA EL SIGLO XV
Opiniones sobre el origen de la Orden.
Históricamente el origen de la Orden no puede determinarse con certeza absoluta. Dos opiniones hay acerca de este punto: la tradicional y la moderna.
a) Opinión tradicional . Fue común en la Orden desde el siglo XIV. Muy pocos son los que actualmente la sostienen. Según estos autores nuestra Orden fue fundada por el Profeta Elías y desde entonces ha existido sin interrupción. Tres períodos se distinguen en su historia:
- Profético : en el Antiguo Testamento
- Griego : hasta la primera mitad del siglo XII
- Latino : desde el siglo XII a nuestras días.
Se  propone a Elías como fundador de la Orden, interpretando alegóricamente el pasaje del libro 1 de los Reyes, c. 17, 2 ss.
“Y vino la palabra de Dios a El (Elías), diciéndole:
“vete de aquí”: vida pobre;
“y parte hacia el Oriente”: vida de abnegación, mortificación, soledad y continencia;
“y escóndete en el torrente Carith”: ejercicio de caridad para con Dios y para con el prójimo;
“y allí beberás del torrente” consecución del fin; he ordenado a unos cuervos que te alimenten allí”: perseverancia en la vida eremítica.
Después de haber examinado las dos opiniones acerca del origen de la Orden del Carmen podemos concluir :
- Es una cosa cierta que Elías y Eliseo vivieron en el Monte Carmelo.
- Lo es, igualmente, que los Padres de la Iglesia tuvieron al Profeta de fuego y a S. J. Bautista como los iniciadores del monaquismo. 



Origen de la fundación de los Carmelitas en México

Felipe II, movido por el celo de las almas y para cumplir con la obligación que tenía de enviar misioneros a las Indias, viendo en los descalzos las cualidades necesarias para esta labor, manifestó “a nuestro V. Padre Fr. Juan de la Cruz y al P. Jerónimo Gracián que era Provincial entonces y a otros prelados de la Religión, que sería servicio de
Nuestro Señor y gusto suyo que viniesen..., a fundar a la N. España, ofreciéndoles que él les haría la costa y les sería amparo en aquellas tierras”
Primeros Carmelitas en la Nueva España.
Según dijimos, el Capítulo de Lisboa acordó enviar doce religiosos a N. España. En la patente que se dio se nombran los siguientes: F. Juan de la Madre de Dios, que venia como Vicario Provincial, F. Pedro de S. Hilarión, F. Ignacio de Jesús, el hno. Fr. Ángel, Fr. Bernardo, Fr. José de Jesús Maria, Fr. Anastasio de la Madre de Dios, Fr. Diego de Santiago, Fr. Pedro de los Apóstoles y Fr. Arsenio de S. Ildefonso.
Los que de hecho llegaron a México fueron los siguientes :
1) Fr. Juan de la Madre de Dios, natural de Medina Sidonia. Docto, elocuente y muy de Dios. Murió en Calatayud (España) el 10 de mayo de 1606.
2) Fr. Pedro de S. Hilarión, de Valdepeñas. Tomó el hábito en la Peñuela. Fue discípulo de 5. Juan de la Cruz. Murió en México en 1615.
3) Fr. Pedro de los Apóstoles, de Bonilla. En tres ocasiones gobernó la Provincia. Murió en México en 1630.
4) Fr. Ignacio de Jesús, de Toledo. Volvió a España muy pronto y allá murió.
5) Fr. Francisco Bautista de la Magdalena, de Puerto Alegre (Portugal), fue el primero que murió en México.


viernes, 23 de diciembre de 2011

HISTORIA VERDADERA DE LA CONQUISTA DE LA NUEVA ESPAÑA Parte 15


Después de que Cortés decidió ir a Tlaxcala mandó a dos mensajeros a hablar con los principales del pueblo pues sabía que no los iban a recibir bien pues pensaban que eran vasallos de Montezuma. En el mensaje que les mandó les decía que iba con ellos para hablarles sobre un gran rey del que eran vasallos, que iban como amigos y no como enemigos. Bernal cuenta que cuando llegaron los mensajeros a Tlaxcala no les dieron oportunidad de dar el mensaje pues los mandaron prender.

Tlaxcala

El día que estaba planeada su partida a Tlaxcala llegaron los mensajeros que tenían presos diciendo cómo los habían soltado porque estaban en guerra los de Tlaxcala. Platicaron de las amenazas que les hicieron de matarlos y comérselos pues pensaban que eran amigos de Montezuma; aunque los mensajeros trataron de aclararles que querían ser sus amigos y que iban contra los de México estos no les creyeron. De esta forma Cortés decidió ir preparado para la guerra pues sabía que lo atacarían al llegar a Tlaxcala.
Bernal cuenta que la razón por la que Cortés siempre los llevaba listos para la guerra era porque les repetía que eran pocos, que no podían darse el lujo de estar descuidados y de ser atacados, sino que tenían que estar tan alertas como si ya estuvieran en batalla pues a la primer oportunidad serían acabados si bajaban la guardia.
Camino a Tlaxcala fue cuando Cortés y sus soldados se percataron de la gran rivalidad que existía entre mexicanos y tlaxcaltecas pues vieron las construcciones en los alrededores de Tlaxcala para defender su ciudad de Montezuma.
Ya cuando estaban cerca de Tlaxcala vieron a unos tlaxcaltecas que los espiaban y Cortés mandó a unos de los que llevaba con él a que los siguieren y detuvieran a alguno. Todos los soldados se apresuraron y vieron como los esperaban ya guerreros con sus penachos y los empezaron a atacar. Los que fueron perseguidos por los de caballo no siguieron corriendo sino que se detuvieron e hirieron a los caballos.
Cuando los soldados vieron el daño que se les estaba haciendo a ellos y a sus caballos empezaron a atacar con escopetas y ballestas; empezaron a matar tlaxcaltecas.

Guerreros tlaxcaltecas.

Después de esta primer batalla entre Cortés y los tlaxcaltecas no hubo muchos heridos ni de unos ni de otros. Los tlaxcaltecas huyeron y los españoles durmieron en ese lugar haciendo guardias.
Al otro día Cortés y sus soldados comenzaron a avanzar, cuando llevaban un tramo avanzado de terreno, vieron a muchos guerreros tlaxcaltecas que los empezaron a atacar; a pesar de que Cortés había mandado mensajeros diciéndoles que no querían pelear, los tlaxcaltecas siguieron atacando.
Cuando atacaron a los tlaxcaltecas, mataron a muchos y se fueron escondiendo y tratando de huir.

Bernal cuenta que huían los tlaxcaltecas hacia el lugar en donde se encontraba su capitán general Xicotenga[1], en este lugar Cortés no podía atacar con caballos pues no había forma de que pasaran, la batalla en este lugar fue más complicada pues no quería romper las filas de sus soldados pues sabía que habría desventaja si no llevaba con ellos los caballos.

 Xicotenga
 
Cuenta Bernal que los tlaxcaltecas quisieron ir por caballos y matarlos, entonces se reunieron muchos de ellos y atacaron a una yegua con su jinete logrando matarla, y si no hubiera sido por los otros jinetes no hubieran podido salvar al que cabalgaba  a esta yegua, al parecer el miedo a los caballos había quedado atrás.
La batalla se llevó a cabo en Tehuacingo y se llevó a cabo el 2 de Septiembre de 1519. Murieron muchos tlaxcaltecas pero cuenta Bernal que se los llevaban después de muertos y es por esto que no los pudieron ver en el campo tendidos.


[1] Xīcohténcatl Āxāyacatzin (1484 - 12 de mayo de 1521) fue un guerrero tlaxcalteca nacido en Tizatlán, uno de los cuatro señoríos de Tlaxcallan o nación tlaxcalteca —actual territorio del estado de Tlaxcala, en México—, combatió a los conquistadores españoles y se opuso a la alianza con ellos durante la conquista de Tenochtitlan. Su nombre alude al jicote (xīcoh-) y a los huevos de insecto (ā-xāyaca-) usados como comida que se encontraban junto al lago Texcoco. Los cronistas de Indias transcribieron su nombre como Xicotenga y lo llamaron «el Mozo» para distinguirlo de su padre, el señor de Tizatlán.
Nace en Tizatlán el año de 1484, perteneciente al señorío de Tlaxcallan, su padre era Xicohténcatl el viejo. Enemigo acérrimo de los españoles, votó por combatirlos y los atemorizó enfrentándolos con su ejército en 1519. Su nombre del náhuatl significa Xicohténcatl (labios de jicote) y Axayacatzin (carita de agua dulce").
Cuando Hernán Cortés solicitó a los tlaxcaltecas permiso para pasar por su territorio rumbo a Tenochtitlan, mediante la embajada de cuatro principales zempoaltecas, la mayor oposición a dejarlos pasar provino de Xicohténcatl Axayacatzin y Xicohténcatl el viejo, argumentando en el Senado que el vaticinio de la llegada de los hombres blancos y barbados podía ser un engaño y que esos caminantes del oriente, tal vez no fueran los que esperaban como lo predecía la famosa profecía del regreso de Quetzalcóatl y la profecía del Dios Camaxtli. Este discurso, contrario a la opinión de Maxixcatzin, señor de Ocotelulco, decidió los enfrentamientos con los españoles, los cuales le serían adversos a la República.